Tras tres años y medio de conflicto, Unilever y los empleados de Fralib por fin han firmado un acuerdo, que prevé una aportación económica de 20 millones de euros por parte de Unilever en concepto de daños ocasionados por su decisión de cerrar la fábrica de envasado de tés e infusiones. La SCOP (Sociedad Cooperativa Obrera de Producción) de tés e infusiones podrá ver la luz y se reanudará una producción de calidad en la propia fábrica.

El lunes 26 de mayo, los empleados y Unilever por fin han firmado un acuerdo que pone fin al conflicto tras 1336 días de lucha. Este hito supone una victoria para los empleados y el comienzo de un nuevo capítulo en su lucha. En total, Unilever aportará cerca de 20 millones de euros para permitir a la cooperativa reanudar la producción y conservar una parte de los puestos de trabajo industriales de la fábrica.

En total, la multinacional aportará cerca de 20 millones de euros para facilitar la creación de la cooperativa. El acuerdo incluye la transferencia de la propiedad de la fábrica y la maquinaria, valorada en 7 millones de euros, a la cooperativa. Además, Unilever financiará un estudio de mercado, contribuirá a la constitución del capital circulante y participará en la reparación de las herramientas de trabajo. A eso se añade el hecho de que todos los empleados recibirán indemnizaciones supralegales que incrementarán en parte el capital de la futura cooperativa.

Este martes 27, la conferencia que mantuvieron los empleados de Fralib en la fábrica vibró de emoción. Todos tenían el sentimiento de haber triunfado. Según una empleada, “nos rebelamos contra los millonarios y nos trataron de locos, pero nuestra locura ha acabado por dar sus frutos”. Del mismo modo que los empleados de la antigua fábrica de Pilpa, quienes crearon La Fabrique du Sud (La Fábrica del Sur), los empleados de Fralib deberán ahora construir su proyecto económico. Esto supone encontrar clientes, algunos de los cuales ya se han ido vislumbrando durante la lucha. El nombre definitivo de la marca es tema de debate en estos momentos y tienen pensado organizar en breve una gran jornada de presentación de su gama de productos. Toda la fuerza de esta cooperativa consiste en proponer a los consumidores productos naturales y de calidad que contrastan con los aromas de síntesis utilizados hasta ahora. La llegada de esta cooperativa al sector agroalimentario constituirá una baza para retomar la producción de aromas naturales en la región.

Ahora más que nunca, las redes de apoyo a esta iniciativa deberán movilizarse a fin de encontrar mercados para esta cooperativa que reanudará su actividad con unos sesenta socios. Por ahora, los trabajadores de Fralib preparan una gran fiesta en la fábrica para celebrar su victoria a finales del mes de junio.