“Los compañeros de las fábricas recuperadas son un ejemplo a seguir para nosotros”
Esto decía Laura Ruffolo, una de las trabajadoras de la cadena de hamburguesas “Nac & Pop”, la empresa nacional y popular propiedad de Alex Gordon, que dejó a sus trabajadores desocupados y con sueldos atrasados, por lo cual 3 de sus locales han sido ocupados por sus trabajadores, a pesar de los intentos policiales de desalojarlos y de las amenazas de Metrogas de retirarles los medidores.
Son alrededor de 18 locales y unos 10 empleados por local. Serían 170 trabajadores/as en total, de los cuales 30 han tomado la decisión de ocupar 3.
Siguiendo el ejemplo de MadyGraf (ex Donnelley)
El martes pasado los trabajadores de Donnelley marcharon junto a organizaciones sindicales y políticas al Juzgado Comercial 19. Consiguieron el pago de parte de sus salarios, unos $ 4.000 por cada uno de sus 400 trabajadores, exigieron al juez que les dé la locación de la Cooperativa MadyGraf y anunciaron que seguirán movilizados por el pago total de los trabajos que vienen realizando.
Desde que la multinacional norteamericana cerró ilegalmente siguieron produciendo bajo control obrero, pero no cobraron un peso porque los síndicos y el juez retienen los cheques de los trabajos y no autorizan el cobro de más de $ 5.000.000. Tampoco liberan los fondos millonarios de Donnelley que a la fecha del pedido de quiebra tenía $ 22.000.000 en cuentas bancarias y U$S 300.000 en el Banco Citi de EE. UU.
La Presidenta de la Nación denunció la quiebra como parte de la maniobra de los fondos buitres contra nuestro país y el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires dijo que iba a garantizar los puestos de trabajo, sin embargo, poco se ha avanzado en una solución definitiva. La semana pasada, después de movilizarse al Ministerio de Trabajo, lograron el compromiso que a partir del 14 de octubre les paguen el subsidio Repro, que en su momento otorgaron en tiempo récord a la patronal de Donnelley.
Hernando Charles Mengeon, de la Comisión de Prensa y Difusión, señaló que: “Mientras peleamos para poder cobrar nuestros trabajos, los trabajadores planteamos que la salida de fondo para mantener los puestos de trabajo es la expropiación sin pago de la fábrica y su estatización bajo gestión de los trabajadores para ponerla al servicio de la comunidad, imprimiendo materiales escolares accesibles a todos los sectores, especialmente a los más humildes, que hoy no tienen acceso a la cultura, para que a ningún chico le falte un libro.”
La única lucha que se pierde, es la que se abandona
Luego de dos años de lucha y de cuatro desalojos, el pasado 1º de setiembre los empleados del restaurante Alé Alé inauguraron un nuevo local en Cabrera 4270.
El 2 de diciembre del 2013 los trabajadores se encontraron frente al cuarto intento de desalojo del local en el que funcionaba la empresa Alé Alé SRL, la empleadora que abandonó el comercio y había comenzado un proceso de vaciamiento en el 2012.
El presidente de la Cooperativa, Andrés Toledo expresó: “Alé Alé es un claro ejemplo de que los trabajadores organizados podemos salir adelante y que sí se puede”.
Zanón sigue resistiendo
Las obreras y obreros de Zanon se movilizaron este miércoles, para reclamar el otorgamiento urgente de un crédito destinado a la renovación tecnológica de la fábrica. Ocurre que la maquinaria es obsoleta y presenta enormes dificultades para seguir produciendo.
Los trabajadores de Zanon, durante más de una década, se han montado en sus hombros lo que la patronal vaciadora y el gobierno han rechazado hacer: mantener abierta la fábrica y garantizar 400 puestos de trabajo.
Mientras el gobierno nacional y el MPN neuquino pretenden, con la nueva Ley de Hidrocarburos, concederle a los monopolios petroleros exenciones impositivas y facilidades para fugar capitales al exterior, las dilaciones para el otorgamiento del crédito a la cooperativa llevan más de un año y medio.
Ni el boom de la especulación inmobiliaria, como consecuencia del efecto Vaca Muerta, ha alentado al gobierno a dar un impulso a las fábricas recuperadas, muy por el contrario son sometidas a un agudo ahogo financiero.
Esta situación condena a los trabajadores a recibir un salario por debajo del que establece la paritaria de la rama, y a que se pongan en riesgo conquistas como el aguinaldo o el propio pago de las contribuciones patronales.
Esto, mientras se pretende que los trabajadores carguen con el peso de pagar una indemnización a la patronal vaciadora, según establece la ley de expropiación.
Es en este escenario que, el planteo de la estatización bajo control obrero de todas las fábricas ceramistas de Neuquén, se ha puesto a la orden del día.
El Estado es el responsable de garantizar la renovación tecnológica, todas las conquistas del convenio para los trabajadores y colocar a las fábricas ceramistas como las proveedoras privilegiadas de la obra pública provincial.
La movilización de los ceramistas por el crédito y la renovación tecnológica, se realizó cuando se cumplen 13 años de la ocupación y puesta en producción de Zanon.
La gesta de los ceramistas ha quedado inscripta en la historia de la lucha de los trabajadores y el pueblo neuquino. Ahora, una vez más, esta lucha reclama ser rodeada de toda la solidaridad.
También resiste el Bauen
El miércoles 10 de setiembre vencía el plazo impuesto por el Juzgado Comercial Nº 9 a cargo de la Jueza Dra. Paula Hualde para que los trabajadores de la Cooperativa B.A.U.E.N desalojaran las instalaciones donde trabajan desde hace 11 años.
Frente a esta nueva orden de desalojo los trabajadores respondieron continuando con sus actividades y desde la mañana contaron con el apoyo de organizaciones sociales, diputados nacionales y legisladores porteños.
Federico Tonarelli, vicepresidente del hotel recuperado se mostró confiado en lograr una “salida política” al conflicto legal que data desde 2007: “Creemos que avanzará el proyecto de Ley de expropiación que se encuentra en el Congreso de la Nación”.
La orden dictada por la Jueza pone en peligro el trabajo de más de 130 familias que mantienen en funcionamiento el hotel en forma ininterrumpida desde el 2003.
El BAUEN fue construido entre 1977/8 con dinero público otorgado por la dictadura cívico-militar a los empresarios que lo edificaron. Ese dinero nunca fue devuelto al Estado y en 2001, los mismos empresarios que recibieron esos fondos, provocaron el cierre del hotel. Se trata de la empresa Mercoteles S. A. y que en la actualidad son los mismos que reclaman el desalojo.
El 3 y 4 de octubre próximos estas experiencias autogestivas se darán cita en la localidad de Pigüé en la provincia de Buenos Aires. Allí se realizará el Primer Encuentro Regional Sudamericano. Será la sede del evento una fábrica que fue recuperada y puesta en funcionamiento como cooperativa de trabajo por los antiguos trabajadores de la empresa Gatic: la Cooperativa Textiles Pigüé.